El óxido de carbono es un gas incoloro, inodoro e insípido, conocido por su alta toxicidad.
Su peso específico es ligeramente inferior al del aire, lo que lo hace más ligero.
Este gas presenta propiedades interesantes, como su baja solubilidad en agua y su capacidad para reaccionar con álcalis y otros compuestos.
Al arder en presencia de oxígeno, produce anhídrido carbónico, liberando calor, y puede reaccionar con cloro para formar fosgeno.
propiedades del óxido de carbono
Este gas, incoloro, inodoro e insípido, es muy venenoso; tiene un peso específico ligeramente inferior al del aire, 1,25 a 0°C; una vez licuado, hierve a —191,5 °C y, si solidifica, funde a — 207 °C. Tiene una temperatura crítica de —139,5 °C. No es muy soluble en el agua, pero lo es más en los álcalis calientes, con los que origina formiatos, y en benceno y ácido acético.
El óxido de carbono es estable en lo que concierne a la descomposición en sus elementos, pero arde en atmósfera de aire u oxígeno para dar anhídrido carbónico con desprendimiento de calor. Con el cloro gaseoso reacciona, en presencia de la luz solar, para formar gas Fosgeno, COCI2, reacción que también da el bromo: CO + Cl2 => COCl2
Interviene en la obtención de muchos metales por reducción de sus óxidos (v. Mena, Reducción de la). Algunos metales se reducen a Carburos; con otros reacciona para dar Compuestos carbonílicos, de los cuales es particularmente interesante el de níquel, Ni(CO)4, porque se descompone fácilmente al ser calentado a unos 180°C, propiedad que se aprovecha para obtener níquel puro con desprendimiento de óxido de carbono de gran pureza: Ni(CO)4 => Ni + 4CO
Un método importante para descubrir pequeñas cantidades de óxido de carbono consiste en hacer pasar el gas sobre ácido sulfúrico fumante caliente y pentóxido de yodo, I2O5; si está presente el óxido de carbono, la mezcla desprende anhídrido carbónico, que puede absorberse en yoduro potásico acuoso y se valora luego con tiosulfato. Este método es sensible a concentraciones de hasta el 0,002 %. Cantidades mayores pueden detectarse mediante una solución de cloruro paladioso, PdCl2, o con un papel impregnado en esta solución que, expuesto a la acción del gas sospechoso, da un precipitado negro de paladio metálico: PdCl2 + CO + H2O => Pd + 2HCl + CO2