Se trata de abejas de cara amarilla, pequeñas y finas, de 3 a 8 mm de longitud y, en su mayoría, negras. Los machos presentan caras blancas o amarillas. Los miembros de esta familia se cuentan entre los más primitivos de los ápidos y carecen de órganos especiales para la recogida de polen. Anidan en los tallos de plantas medulosas, en los agujeros del terreno y en las grietas de los muros. La familia comprende pocos géneros, pero gran número de especies distribuidas por todo el mundo.