El protón sincrotrón es un tipo de acelerador de partículas que utiliza campos magnéticos y eléctricos para aumentar la energía de los protones.
Uno de los más destacados es el bevatrón, que puede acelerar protones a niveles impresionantes, alcanzando energías de hasta 6,3 Bev.
Estos dispositivos permiten la creación de nuevas partículas inestables, como mesones y antiprotones, contribuyendo así a la investigación en física de partículas y el entendimiento del universo.
Uno de los aparatos de este tipo de mayor tamaño es el bevatrón de Berkeley que, mediante un electroimán de 13000 t, acelera protones a 6,2 Bev (1 Bev = = 1000000000 de electrón-voltios). El electroimán tiene forma de pista de carreras en minia
tura, con cuatro secciones rectas de 6 m cada una y cuatro cuartos de círculo de 23,4 m. Los protones suministrados al bevatrón a 10 MeV alcanzan los 6,3 Bev a los 1 3/4 seg. En este tiempo recorren el hilo 4 millones de veces y cubren una distancia superior a 10 veces la circunferencia de la Tierra. El bevatrón, con una producción de 10000 millones de protones cada 6 s, puede crear diversas nuevas partículas inestables, como son los mesones pesados, los hiperones y los antiprotones.
Un bevatrón con un electroimán de 36000 t funciona en Dubna, cerca de Moscú; uno todavía mayor se ha construido en Ginebra (Suiza) por la C.E.R.N. y otro mayor aún en Brookhaven (EÉ. UU.) y suministran protones de 30 Bev. Estos aparatos aplican un principio de enfoque concentrado que permite trabajar con electroimanes de menor tamaño. En el de Brookhaven la sección anular recorrida por las partículas tiene una longitud de 156 m, la sección transversal mide 75 mm de altura por 125 de ancho y el electroimán pesa únicamente 3000 t. Hoy día es posible construir sincrotrones con campo magnético fijo, con tal que tengan una configuración adecuada. Éste diseño promete suministrar energías muy superiores a las alcanzadas hasta la fecha. Las máquinas más recientes con energías del orden de los Bev permiten estudiar toda una serie de partículas totalmente desconocidas antes de 1946. El examen de su naturaleza y propiedades puede contribuir al esclarecimiento de las leyes fundamentales que son la base de todos los problemas físicos.