La putridez se refiere al estado de algo que ha alcanzado un nivel de descomposición o degradación, resultando en un olor desagradable y una apariencia repulsiva.
Este término se utiliza comúnmente para describir materia orgánica que ha comenzado a pudrirse, generando un ambiente insalubre.
La putridez no solo afecta a los objetos físicos, sino que también puede aplicarse en un sentido más amplio, aludiendo a situaciones o comportamientos moralmente corruptos.