La palabra rábida tiene su origen en el árabe y se refiere a un lugar de retiro y oración.
En el contexto de Marruecos, designa un convento o ermita, donde se busca la tranquilidad espiritual y la conexión con lo divino.
Estos espacios son importantes en la cultura islámica, ya que ofrecen un refugio para la meditación y la práctica religiosa, contribuyendo así al bienestar del alma.