Un radioisótopo es un tipo de isótopo que presenta inestabilidad en su núcleo atómico, emitiendo radiación en forma de partículas o energía.
Estos elementos son versiones radiactivas de los isótopos naturales de un elemento químico, lo que significa que tienen el mismo número de protones pero distinto número de neutrones en su núcleo.
Esta característica les confiere propiedades únicas que se utilizan en diversas aplicaciones, como en medicina, industria y ciencia.
Los radioisótopos son fundamentales en la investigación y el desarrollo de tecnologías avanzadas.
Los diferentes isótopos de un mismo elemento tienen el mismo número de protones en sus núcleos atómicos pero diferente número de neutrones.
Los radioisótopos son isótopos radiactivos de un elemento. También pueden definirse como átomos que contienen una combinación inestable de neutrones y protones, o un exceso de energía en su núcleo.
¿Cómo se producen los radioisótopos?
El núcleo inestable de un radioisótopo puede producirse de forma natural o como resultado de la alteración artificial del átomo. En algunos casos se utiliza un reactor nuclear para producir radioisótopos, en otros, un ciclotrón.
Los reactores nucleares son los más adecuados para producir radioisótopos ricos en neutrones, como el molibdeno-99, mientras que los ciclotrones son los más adecuados para producir radioisótopos ricos en protones, como el flúor-18.
El ejemplo más conocido de radioisótopo natural es el uranio. Todo el uranio natural, excepto el 0,7%, es uranio-238; el resto es el uranio-235, menos estable o más radiactivo, que tiene tres neutrones menos en su núcleo.
La desintegración radiactiva
Los átomos con un núcleo inestable recuperan la estabilidad desprendiéndose del exceso de partículas y energía en forma de radiación. El proceso de desprendimiento de la radiación se denomina desintegración radiactiva.
El proceso de desintegración radiactiva de cada radioisótopo es único y se mide con un periodo de tiempo llamado vida media. Un periodo de semidesintegración es el tiempo que tarda la mitad de los átomos inestables en sufrir una desintegración radiactiva.
¿En qué se emplean los radioisótopos?
Algunos radioisótopos utilizados en medicina nuclear tienen vidas medias cortas, lo que significa que decaen rápidamente y son adecuados para fines de diagnóstico; otros con vidas medias más largas tardan más tiempo en decaer, lo que los hace adecuados para fines terapéuticos.
Los radioisótopos se utilizan habitualmente en la radiografía industrial, que emplea una fuente gamma para realizar pruebas de tensión o comprobar la integridad de las soldaduras. Un ejemplo habitual es la comprobación de la integridad estructural de las turbinas de los motores de los aviones.
Los radioisótopos también se utilizan en la industria para calibrar (para medir los niveles de líquido dentro de los contenedores, por ejemplo) o para medir el grosor de los materiales.
Los radioisótopos también se utilizan ampliamente en la investigación científica y se emplean en diversas aplicaciones, desde el rastreo del flujo de contaminantes en sistemas biológicos hasta la determinación de procesos metabólicos en pequeños animales australianos.
También se utilizan en nombre de los organismos internacionales de salvaguardia nuclear para detectar actividades nucleares clandestinas a partir de los radioisótopos característicos producidos por los programas de armamento.
• « Este trabajo también informa de los detalles del efecto de los iones de potasio, amonio y calcio en la absorción de los radioisótopos. » (de radioisótopo | plural)