El término rafal se refiere a una granja, casa o predio ubicado en el campo, especialmente en la región de Aragón.
Este concepto evoca la vida rural y la conexión con la naturaleza, siendo un espacio donde se puede cultivar y criar animales.
La palabra refleja la importancia de estos lugares en la cultura y economía local, sirviendo como un refugio del bullicio urbano y un vínculo con las tradiciones agrícolas.