El término rastrojo se refiere a la paja que queda en el suelo tras la cosecha de los cultivos, especialmente después de segar la mies.
Este material residual no solo es un indicativo del trabajo agrícola realizado, sino que también transforma el paisaje, dando lugar a un campo que, aunque despojado de su cosecha, mantiene su esencia rural.
El rastrojo juega un papel importante en la fertilidad del suelo y en la sostenibilidad de los ecosistemas agrícolas.