Un real de minas es un pueblo en Méjico donde se encuentran varias minas de plata.
Durante la época colonial, este término se utilizaba para referirse al distrito minero donde se debían implementar medidas para aumentar la producción de metales.
En estos distritos, existía una diputación de minería encargada de proteger los intereses de los mineros y hacer cumplir las normativas de la industria.
En México, esta acepción se emplea para designar estos pueblos mineros.
m. Méj. Pueblo en cuyo distrito hay varias minas de plata.
El término se remonta a la época de la colonia para referirse al distrito minero donde sus autoridades debían aplicar medidas para incrementar la producción de metales.
Los reales de minas formaron distritos en los que había una diputación de minería cuyo objetivo era defender los intereses de los mineros y aplicar las ordenanzas propias de su industria.
Su administrador solía ser el mismo alcalde mayor de la provincia. Este podía darle a cualquier vecino la propiedad de un terreno en donde hubiese encontrado una veta de metal, siempre que se mantuviera trabajando, pero no debía permitir el acaparamiento de minas. Si se detenía el trabajo por más de cuatro meses la mina quedaba vacante y podía ser reclamada por otro.
El administrador se encargaba de vigilar que las minas se mantuvieran en funcionamiento y, además, de tomar una parte para la corona española dado que la legislación establecía que el subsuelo y sus riquezas eran propiedad del rey de España, quien cedía el usufructo de las minas a cambio de la quinta parte del metal producido.
El administrador también se encargaba de proveer alimentos y agua para los peones y animales de trabajo, e instrumentos y materiales para extraer la plata.
Los reales de minas dieron a las provincias mexicanas del noroeste el carácter de región minera. Aparecieron en dicha zona desde el siglo XVI cuando fue descubierta la mina Las Vírgenes en la provincia de Culiacán.
Luego se fundaron otras minas en la provincia de San Sebastián como Maloya, Pánuco, Copala y San Marcial, estas de poca duración.
Recién en el XVII se descubrieron las minas más importantes como El Rosario en 1655, Álamos en 1683 y Cosalá. Hubo otras menos importantes como Nuestra Señora de Guadalupe, Charcas y San Bartolomé en la provincia de Copala, y Santa Rita y Plomosas en la provincia de Maloya. La mejor mina del virreinato de Nueva España fue la de La Valenciana en Guanajuato.
Para finales del siglo XVIII, en México había treinta y siete distritos mineros con otras tantas diputaciones.
Ejemplos de uso: "Uno de los grandes centros mineros de San Luis Potosí fue Real de Minas de Nuestra Señora de la Limpia Concepción de Guadalupe de los Álamos de Catorce, o mejor conocido como Real de Catorce".
"La producción de plata del Real de minas de San Francisco de Huautla en el siglo XVIII".
"Este estudio se enfoca en la región alrededor del real de minas de Guanajuato, donde los guamares fueron desplazados por los trabajadores tarascos, nahuas, otomíes y mazahuas, quienes eran aprovechados como mano de obra en las empresas de los españoles, principalmente las minas de plata", Los pueblos indígenas en la fundación del real de minas de Guanajuato.
(Real de Minas) Nombre comercial de un grupo de hoteles mexicano.
(Club Deportivo Real de Minas) Club de fútbol de la ciudad de Tegucigalpa, Honduras fundado en 2012.
Etimología u origen de la palabra real de minas: Los "Reales de Minas" se llamaban así porque eran distritos mineros establecidos por la Corona española durante la época colonial en América. El término "Real" hacía referencia al poder real que tenía la Corona sobre la explotación de las minas de plata, y la palabra "minas" se refiere a las áreas donde se extraía el mineral. La creación de los Reales de Minas permitió a la Corona española controlar y regular la producción de plata en América, lo que fue vital para financiar sus guerras y mantener su poder en Europa.