El término recebar se refiere a la acción de echar recebo, que implica la práctica de añadir un material, generalmente orgánico, a la tierra para mejorar su fertilidad.
Este proceso es fundamental en la agricultura, ya que contribuye a enriquecer el suelo y promover un crecimiento saludable de las plantas.
Así, el recebo se convierte en un elemento clave para optimizar la producción agrícola y mantener el equilibrio en los ecosistemas.