El término recebo tiene dos acepciones importantes.
En primer lugar, se refiere a una mezcla de arena o piedra muy menuda que se utiliza para igualar y consolidar el firme de una carretera, asegurando su durabilidad y estabilidad.
En segundo lugar, designa la cantidad de líquido que se añade a los toneles que han sufrido merma, ayudando a mantener la calidad del contenido.
Ambas definiciones reflejan la importancia del recebo en diferentes contextos.