El término recetor se refiere principalmente a un receptor, es decir, a aquella persona o entidad que recibe algo, ya sea información, bienes o servicios.
En un contexto más específico, también designa al tesorero que tiene la responsabilidad de recibir caudales públicos, gestionando así los recursos financieros de una institución o entidad.
Su función es crucial para asegurar la correcta administración de los fondos.