El término recle se refiere al tiempo que se otorga a los prebendados para que no asistan al coro, permitiéndoles así disfrutar de un merecido descanso y recreación.
Esta práctica busca equilibrar las obligaciones religiosas con la necesidad de relajación, reconociendo la importancia de cuidar el bienestar de quienes desempeñan funciones en el ámbito eclesiástico.