La palabra recusable se refiere a algo o alguien que puede ser recusado, es decir, que puede ser rechazado o impugnado por alguna razón válida.
Este término se utiliza comúnmente en contextos legales y éticos, donde se cuestiona la imparcialidad o idoneidad de una persona para desempeñar un cargo o función.
En definitiva, lo recusable implica la posibilidad de objetar o desestimar la autoridad o capacidad de alguien.