El término redil se refiere, en su sentido más literal, a un aprisco cercado con estacas donde se guarda el ganado.
Este espacio proporciona seguridad y orden a los animales.
En un sentido más figurado, la expresión volver al redil implica regresar a un buen camino o a un comportamiento correcto, sugiriendo una reconexión con valores o principios que se habían perdido.