En este contexto, "redundante" se refiere a aquello que tiende a repetirse o a ser excesivo en su expresión.
Que se repite innecesariamente, añadiendo información o elementos que no aportan nada nuevo o relevante a lo ya expresado.
La redundancia puede manifestarse en el lenguaje, la escritura, el diseño, entre otros ámbitos, y suele considerarse un vicio de estilo o una falta de precisión.
Ejemplos de uso: "El uso de palabras redundantes en un texto puede restar claridad y concisión a la comunicación escrita"
"La inclusión de detalles redundantes en el informe no añade valor a la información presentada"
En el ámbito tecnológico, se refiere a la duplicación de componentes o sistemas con el fin de garantizar la disponibilidad y fiabilidad de un sistema en caso de fallos o errores.
Ejemplos de uso: "El sistema de almacenamiento en la nube utiliza servidores redundantes para evitar interrupciones del servicio en caso de fallas"
"Los centros de datos suelen contar con sistemas eléctricos redundantes para asegurar la continuidad del suministro energético"
Etimología u origen de la palabra redundante: del antiguo participio activo de redundar; del latín redundans, -antis.