El criquet es un deporte que se juega en un campo amplio, de aproximadamente 150 por 165 metros, con un equipo de 11 jugadores.
Entre ellos se encuentran el bowler, que lanza la pelota, y el wicketkeeper, que la recibe.
La pelota, más ligera que la de béisbol, tiene una cubierta de cuero.
El juego se desarrolla entre dos wickets, compuestos por estacas y travesaños, y requiere de un árbitro en cada extremo para asegurar el cumplimiento de las reglas.
reglas y modo de jugar al criquet
Se requiere un número de aproximadamente 150 X 165 m, mucho mayor que los campos de primera liga del béisbol americano. El equipo está formado por 11 jugadores, entre los que figuran el bowler (lanzador) y el wicketkeeper (receptor). La pelota usada en el criquet tiene una dura cubierta de cuero, es ligeramente inferior a la de béisbol y pesa de 156 a 162 g. El bate mide 95 cm de longitud y tiene una cara plana de unos 11 cm para pegar a la pelota. El wicketkeeper y los bateadores usan guantes y defensas en las piernas; no se utiliza ningún otro equipo de protección. Hay dos wickets, con un árbitro (umpire) estacionado en cada uno. Cada wicket consiste en tres estacas clavadas en tierra de una altura máxima de 70 cm y una anchura de 20. Sobre ellas descansan dos travesaños de madera de 10 cm. Los wickets se colocan a 20 m de distancia uno de otro, de frente; en uno se sitúa el bowler y el wicketkeeper en el otro. A 1,20 m delante de cada wicket y paralela a él hay una. línea llamada la popping crease.
Un partido reglamentario consta de dos innings o entradas. Todos los jugadores tienen su turno para batear en cada inning. El bowler arroja con brazo firme la pelota; puede correr hacia adelante tanto como quiera antes de lanzarla, bien entendido que ha de enviar la pelota desde la bowling crease o línea señalada al efecto. El objeto del bowler es derribar los wickets y travesaños, que trata de defender el bateador lanzando la pelota lo más lejos posible y apuntándose carreras en cada juego. Toman parte dos bowlers, uno en cada wicket. Una vez lanzadas seis pelotas buenas, el árbitro ordena over y el segundo bowler es quien lanza ahora la pelota al bateador del wicket opuesto. El bowler relevado sustituye al nuevo bowler en el campo fuera del terreno de juego y todos los jugadores cambian sus puestos.
Cuando un bateador pega a la pelota, corre al wicket opuesto y su compañero de equipo en ese wicket corre al que ha dejado vacante el bateador. Las carreras y el tanteo continúan hasta que la pelota sea arrojada fuera del terreno de juego desde el campo. Cuando termina el tanteo, el corredor del wicket opuesto al bowler se convierte en bateador. Un bateador puede ser retirado del campo por varias razones: si permite que el bowler alcance a su wicket con la pelota quitándole la pieza de cubierta; si la coge otro jugador antes de llegar al suelo; si pega al wicket con su bate; y si un fielder o wicketkeeper da al wicket con la pelota mientras el bateador está fuera de su puesto. No se da el caso de pelotas fuera de juego, por lo que el bateador puede lanzarla en cualquier dirección: hacia adelante, hacia atrás o de lado. No se permiten sustituciones, salvo en caso de lesión.
Como consecuencia del elevado tanteo del criquet, un solo partido puede durar varios días. Se marca un tiempo límite para el juego diario, que se continúa el día siguiente desde ese punto. Cuando un equipo consigue una ventaja notable, el capitán puede terminar el inning por «declaración» o por renuncia a los derechos de batear que le quedan.
