El término regojo se refiere, en su primera acepción, a un pedazo de pan que queda de sobra en la mesa, simbolizando la abundancia y el aprovechamiento de los alimentos.
En un sentido más figurado, se utiliza para describir a un muchacho pequeño de cuerpo, evocando una imagen de ternura y fragilidad.
Así, el regojo abarca tanto la idea de lo que se deja como un vestigio de la comida, como la representación de la juventud en su forma más diminuta.