El término repartidero y su variante repartidera se utilizan para describir algo que está destinado a ser repartido.
Este adjetivo se aplica a objetos, bienes o incluso tareas que deben ser distribuidos entre varias personas o partes.
La idea central es la de división y distribución, donde lo que se considera repartidero es aquello que no se mantiene en un solo lugar, sino que se comparte o se asigna a diferentes destinatarios.