La palabra repasata se utiliza en un contexto coloquial para referirse a una reprensión o reprimenda que se le da a alguien por un error o comportamiento inapropiado.
Este término implica una corrección, a menudo de manera leve, como en el caso de un pequeño fallo.
Por ejemplo, se puede decir: "Le dio una buena repasata", lo que sugiere que la persona recibió una advertencia o regañina, pero sin llegar a ser severa.