El rescoldo es una brasa pequeña envuelta en ceniza, que conserva su calor gracias a esta capa protectora.
Esta brasa cubierta se convierte en una fuente de calor constante y duradera, ideal para encender o mantener un fuego por más tiempo.
En la cocina, se utiliza para cocinar alimentos lentamente y de manera uniforme, creando un ambiente de cocción similar al de un horno de tierra.
Esta técnica es común en la preparación de platos al estilo de la barbacoa, resaltando sabores ahumados y obteniendo una textura jugosa y tierna en las carnes.
El rescoldo se forma cuando una brasa se cubre con una capa de ceniza, lo que le permite mantener su calor por más tiempo. Esta capa de ceniza sirve como aislante, protegiendo la brasa del oxígeno y evitando que se consuma rápidamente. De esta manera, el rescoldo se convierte en una fuente de calor constante y duradera, ideal para encender un fuego o mantenerlo durante largo tiempo.
En la cocina, por ejemplo, el rescoldo se utiliza para cocinar alimentos de forma lenta y uniforme. Al colocar los alimentos sobre las brasas encendidas y cubrirlas con ceniza, se crea un ambiente de cocción similar al de un horno de tierra. Esta técnica es especialmente utilizada en la preparación de platos al estilo de la barbacoa, donde se busca resaltar los sabores ahumados y obtener una textura jugosa y tierna en las carnes.
Origen etimológico de rescoldo: proviene de rescaldo.
Segundo diccionario: rescoldo
Origen de la palabra: (De rescaldo.)
m. Brasa menuda que permanece resguardada bajo la ceniza.