El término revolcadero se refiere a un lugar específico donde los animales, como cerdos o perros, suelen revolcarse en la tierra o el barro.
Este comportamiento les ayuda a regular su temperatura y a deshacerse de parásitos.
El revolcadero se convierte así en un espacio natural que refleja instintos y hábitos de los animales, mostrando su conexión con el entorno y su necesidad de bienestar.