El término ricacho o ricacha se utiliza en un contexto familiar para referirse a una persona que posee una gran riqueza, pero que no destaca por su elegancia o refinamiento.
A menudo, se asocia con individuos que, a pesar de su fortuna, mantienen una actitud o comportamiento que puede considerarse vulgar.
Esta palabra refleja una percepción social sobre la condición de quienes tienen dinero, pero carecen de distinción.