Los ríos y lagos de Asia son una parte fundamental de su geografía, destacándose por la ausencia de una cuenca principal única.
En lugar de ello, numerosos ríos fluyen en diversas direcciones desde el centro del continente.
Los ríos septentrionales, como el Obi, Yenisei y Lena, experimentan congelación invernal y deshielos primaverales que causan inundaciones.
Asimismo, los ríos tributarios del Pacífico, como el Amur y el Yang-Tse-Kiang, son reconocidos por su gran caudal.
ríos y lagos de Asia (continente)
En Asia no existe cuenca principal única. Por el contrario, hay una serie de grandes ríos que fluyen radialmente en todas direcciones, procedentes del centro del Continente. Así, la parte septentrional desagua en el Océano Ártico e imprime a sus ríos una dirección general de S a N. En invierno se hielan estos ríos y al deshelarse antes su curso superior que el inferior, más septentrional, provocan grandes inundaciones todas las primaveras en las depresiones medias y bajas. Los ríos Obi, Yenisei y Lena son los ríos septentrionales más importantes y se clasifican entre los veinte más largos del mundo. Otros ríos más pequeños son: Khatanga, Olenek, Yana, Indigirka y Kolyma.
Los ríos tributarios del Pacífico también se incluyen entre los mayores del mundo. Los principales son: el Amur, el Hoang-Ho (Amarillo), el Yang-Tse-Kiang (Azul) y el Mekong. Generalmente son más caudalosos estos ríos en verano, cuando funden las nieves en las montañas interiores y las lluvias son más abundantes. Su pendiente es grande en los cursos superiores; en su curso inferior atraviesan tierras bajas y valles de ligera pendiente. Una labor multisecular de contención de su caudal por medio de diques, a fin de proteger las tierras cultivadas de sus orillas, ha hecho que estos ríos discurran sobre un nivel superior al de la llanura. Ejemplo característico nos lo ofrece el Hoang-Ho, que corre más alto que el nivel del suelo durante los últimos 600 km de su curso. En consecuencia, sus probabilidades de desbordamiento son mucho mayores y las repetidas y desastrosas inundaciones del Hoang-Ho le han valido el sobrenombre de «Azote de China». Las aguas sobrantes del Yang-Tse-Kiang tienen acceso a los lagos Tung-ting y Poyañg; las del Mekong, al Tonlé Sap. Estos lagos actúan como reguladores y disminuyen el peligro de inundaciones.
Los ríos que desembocan en el Océano índico son generalmente más cortos que los tributarios del Ártico y Pacífico, pero impresionan por el caudal de sus aguas. Los principales entre los que corren hacia el S son el Indo, el Ganges y el Brahmaputra. Todos ellos nacen en el Himalaya y se alimentan en parte de la fusión de las nieves y de las lluvias monzónicas del verano. Por tanto, y al contrario de los ríos de la India meridional, no se agotan durante la estación seca invernal, aunque están sujetos a grandes variaciones de caudal. Los ríos Tigris y Eufrates, tributarios del Golfo Pérsico, deben su caudal a la nieve de las montañas de Asia Menor y, al igual que los grandes ríos del N de la India, son importantes medios de irrigación.
Unos 13000000 km2 del Continente no tienen desagüe directo en el océano. Las escasas lluvias y la gran evaporación no permiten a las cuencas interiores reunir caudal suficiente para llegar al mar. En cambio, en Asia central hay lagos salados, pantanos y mares interiores, cuya salinidad se debe a su concentración por la evaporación continua. Varios ríos principales desembocan en estos mares interiores. El Mar Caspio, que recibe las aguas de los ríos Ural y Volga, es el mayor de los mares interiores, residuo de otro mayor que en tiempos antiguos y más húmedos formaba parte del Mar Mediterráneo. El Mar de Aral, resto también de este antiguo mar, recibe al Amu Daria y al Sir Daria. El lago salado de Balkash recibe al río Ili.
Aparte de los mares interiores, el continente asiático está pobremente dotado de recursos interiores hidrológicos. El lago Baikal, al S de Siberia, no sólo es el mayor lago de agua dulce de Eurasia, sino también el más profundo del mundo. El Tsing Hai (Koko Nor) de China central es otro gran lago salado, como lo son los lagos de Urmia y Van, en Irán y Turquía, respectivamente. El Issyk Kul, en el Tien Shan ruso, es un lago ligeramente salino con desagüe intermitente.