Ríspido (ríspida) es un adjetivo que se utiliza para describir una cualidad de textura o sensación al tacto, caracterizada por su falta de suavidad o finura.
Esta palabra puede aplicarse tanto a objetos físicos como a situaciones o incluso a interacciones humanas.
En el ámbito físico, se refiere a superficies que pueden resultar desagradables al contacto, como la corteza de un árbol áspera o la textura de una tela sin tratar.
Además de su uso para describir características tangibles, "ríspido/a" también puede emplearse en un sentido figurado para hablar de relaciones interpersonales o modos de comunicación. En este contexto, describe actitudes que son duras, cortantes o bruscas.
Por ejemplo, un tono de voz ríspido puede indicar irritación o impaciencia, mientras que un trato ríspido entre personas sugiere falta de delicadeza o consideración.