El rococó es un estilo decorativo que surgió en el siglo XVIII como una evolución del barroco.
Se caracteriza por su excesiva ornamentación, con detalles elaborados y colores suaves.
Originado en Francia, se destaca por su elegancia y refinamiento, influenciado por la naturaleza y la fantasía.
Este estilo se extendió por toda Europa, especialmente en Alemania, Austria e Italia, dejando una huella de sofisticación y belleza en la historia del arte y la decoración.
m. / adj. Estilo decorativo muy recargado derivado del barroco, que floreció en el sur XVIII en Europa y especialmente en Alemania.
El rococó se caracteriza por ser un estilo que se desarrolló principalmente en el siglo XVIII, tras la era del barroco. Es conocido por su exuberancia y opulencia en la decoración, con una gran profusión de detalles ornamentales y un énfasis en los tonos claros y pasteles.
Este estilo se popularizó principalmente en Francia, donde se le atribuye su nombre debido a la palabra rocaille, que hace referencia a una concha marina estilizada utilizada con frecuencia en la ornamentación rococó. Sin embargo, el rococó no se limitó a Francia, sino que se extendió por toda Europa, especialmente en Alemania, Austria e Italia.
La arquitectura y el mobiliario rococó destacan por sus líneas curvas, asimetría y la presencia de formas sinuosas y caprichosas. Los ornamentos florales, las esculturas, los querubines y los motivos naturales, como hojas y guirnaldas, son elementos recurrentes en esta corriente artística.
El rococó no solo se limitó a la arquitectura y el mobiliario, sino que también influyó en la pintura, la escultura y las artes decorativas en general. Su estilo ligero y elegante se trasladó a la moda, la joyería y el diseño de interiores.
Aunque el rococó fue muy apreciado en su momento, hacia finales del siglo XVIII comenzó a perder popularidad debido al surgimiento de movimientos artísticos como el neoclasicismo, que buscaban una estética más austera y basada en la antigua Grecia y Roma.
Sin embargo, a pesar de su declive, el rococó dejó un legado importante en el mundo del arte y la historia del diseño, destacando como una expresión artística refinada y sofisticada que celebraba la belleza y la alegría de vivir.