El término rojicle se refiere a un color rosado, claro y suave, similar al que se observa en el amanecer.
Esta palabra es una forma antigua y poco utilizada en la actualidad, derivada de rosicler.
Aunque su uso ha caído en desuso, evoca la delicadeza y la belleza de los matices que se presentan en la aurora, simbolizando un momento de calma y renovación.