Rosal de tallos sarmentosos, con aguijones espesos y fuertes, hojas algo glaucas, compuestas de cinco o siete hojuelas casi redondas; flores de poco olor, blancas, y a veces rosadas en el centro.
El rosal blanco, científicamente conocido como Rosa alba, es una especie de planta perteneciente a la familia de las rosáceas. Se caracteriza por tener tallos sarmentosos, es decir, largos y flexibles, que pueden crecer y enredarse fácilmente en estructuras cercanas.
Los aguijones de este rosal son espesos y fuertes, lo que les otorga protección ante posibles amenazas externas.
Las hojas del rosal blanco son algo glaucas, lo que significa que tienen un tono azulado o grisáceo en su coloración. Estas hojas están compuestas por cinco o siete hojuelas casi redondas que forman una estructura elegante y distintiva.
Sus flores, de escaso aroma, son de un hermoso blanco puro, aunque a veces pueden presentar tonalidades rosadas en el centro. Estas flores se agrupan en racimos, brindando una apariencia delicada y armoniosa al rosal blanco.
Además de su belleza estética, el rosal blanco también posee propiedades medicinales. Sus flores y hojas contienen una cantidad significativa de componentes químicos beneficiosos para la salud, como flavonoides y taninos, los cuales pueden tener efectos antiinflamatorios y antioxidantes.