El rosal castellano es una planta caracterizada por sus tallos fuertes y aguijones desiguales.
Sus hojas son compuestas, con cinco o siete hojuelas de un verde obscuro, y su forma puede ser aovada o lanceolada.
Las flores que produce son grandes y se presentan en tonos uniformes o con matices de púrpura y rojo fuerte, lo que lo convierte en una especie apreciada en jardines y paisajes.
El de tallos fuertes, con aguijones desiguales, hojas compuestas de cinco o siete hojuelas de color verde obscuro, aovadas o lanceoladas, y flores grandes, extendidas y de color uniforme, o con varios matices de púrpura o rojo fuerte.