La palabra rotonda se refiere principalmente a un edificio de forma circular que suele estar cubierto por una cúpula, lo que le otorga un carácter arquitectónico distintivo.
Además, también designa una plaza de forma circular, que puede servir como punto de encuentro o intersección en el espacio urbano.
Ambas acepciones evocan la idea de circularidad y armonía en el diseño, destacando su importancia en la arquitectura y el urbanismo.