La rotundidad se refiere a la calidad de ser rotundo, es decir, a la característica de ser claro, contundente y sin ambigüedades.
Este término se utiliza para describir afirmaciones, opiniones o situaciones que se presentan de manera firme y decisiva, dejando poco espacio a la duda o la interpretación.
La rotundidad también puede implicar una presencia notable o un impacto significativo en el contexto en el que se manifiesta.