La palabra "rubicán" (o "rubicana" en su forma femenina) se emplea en el mundo de la equitación y la cría de caballos para referirse a un pelaje caracterizado por la mezcla de blanco y rojo.
Es importante diferenciar este color rubicán de otros patrones como el alazán o el pío, ya que cada uno posee criterios de clasificación específicos en el ámbito equino.
La palabra "rubicán" (o "rubicana" en su forma femenina) se utiliza específicamente en el ámbito de la equitación y la cría de caballos para describir una particularidad en el pelaje de estos animales.
El color rubicán no debe confundirse con otros patrones de coloración equina, como el alazán o el pío, ya que cada uno de estos tiene características y criterios de clasificación propios.
Mientras que el alazán se refiere a un pelaje uniformemente rojizo sin presencia de pelos blancos, y el pío implica grandes manchas blancas sobre un fondo de otro color, el rubicán es más sutil, presentando una mezcla íntima y menos contrastada de blanco y rojo.
Etimología u origen de la palabra rubicán: (De rubio y cano.)