Rugoso y rugosa son términos que se utilizan para describir superficies que no son lisas, sino que presentan arrugas, asperezas u otras irregularidades.
Este tipo de textura puede encontrarse en diferentes contextos, ya sea en objetos naturales o artificiales.
En biología, se emplea para referirse a la piel de ciertos animales, hojas de plantas o frutos que tienen una superficie no uniforme.
En biología, se utiliza para describir la textura de la piel de ciertos animales, hojas de plantas o frutos que presentan una superficie no uniforme.
Por ejemplo, la piel de un elefante se describe como rugosa debido a las numerosas arrugas y pliegues que posee.
En geología, se aplica a rocas y formaciones terrestres cuyas superficies son irregulares o tienen una gran cantidad de relieves y depresiones.
Una roca rugosa puede ser el resultado de procesos erosivos, sedimentarios o de otro tipo que alteran su textura original.
En el ámbito de los materiales y objetos manufacturados, se refiere a aquellos acabados que deliberadamente se han dejado con una superficie no lisa para mejorar el agarre, la estética o por requerimientos específicos de uso.
Por ejemplo, el mango de algunas herramientas puede tener un acabado rugoso para evitar que se deslice fácilmente de la mano.