El término rumión o rumiona se utiliza en un contexto familiar para describir a una persona que rumia mucho, es decir, que reflexiona o piensa repetidamente sobre un tema.
Esta palabra evoca la idea de dar vueltas a las ideas en la mente, como lo hacen algunos animales al masticar su alimento varias veces.
Así, se asocia a una tendencia a la reflexión profunda o a la preocupación constante por ciertos asuntos.