El término rungo tiene dos acepciones destacadas en el ámbito hispanohablante.
En Salamanca, se refiere a un cerdo que tiene menos de un año, un uso que resalta la relación con la ganadería.
Por otro lado, en Honduras, se utiliza como un adjetivo para describir a una persona que es pequeña y rechoncha, reflejando características físicas específicas.
Ambas definiciones muestran la riqueza del lenguaje regional.