El término rusco se refiere principalmente a una planta brusca y esmilácea, conocida por sus frutos que tienen un color y tamaño similar al de la cereza.
Esta planta, que pertenece a la familia de las liliáceas, es apreciada en diversas tradiciones por sus propiedades medicinales y su uso en la jardinería.
Su nombre evoca tanto su aspecto como su lugar en el ecosistema, donde juega un papel importante.