La rusticidad se refiere a la condición de ser rústico, lo que implica un carácter basto y una conexión con lo natural y lo simple.
Este término evoca imágenes de entornos campestres, donde la vida es menos sofisticada y más auténtica.
La rusticidad puede manifestarse en la arquitectura, el arte o incluso en la forma de ser de las personas, resaltando la belleza de lo elemental y lo tradicional.