La expresión sacar brillo se refiere a la acción de lustrar o abrillantar objetos, especialmente aquellos que tienen una superficie que puede reflejar la luz, como metales o muebles.
Este proceso implica eliminar impurezas y darle un acabado suave y brillante, lo que no solo mejora su apariencia, sino que también puede prolongar su vida útil.
Así, sacar brillo es sinónimo de cuidado y mantenimiento en diversos contextos.