El sacristán es la persona designada para velar por el orden y cuidado de la sacristía y la iglesia.
Su labor es esencial para garantizar que todo esté listo para la celebración de los ritos religiosos.
Entre sus tareas se encuentra la preparación de los elementos indispensables para la misa, como el vino, el pan (hostias), las vestimentas litúrgicas y los utensilios sagrados.
m. Persona encargada del cuidado de la sacristía y de la iglesia misma.
El sacristán desempeña un papel fundamental en el mantenimiento y la organización de los espacios sagrados, asegurándose de que todo esté preparado para la celebración de los ritos litúrgicos.
Entre sus responsabilidades se incluye la preparación de los elementos necesarios para la misa, como el vino, el pan (hostias), las vestimentas litúrgicas y los utensilios sagrados.
Además, es el responsable de la limpieza y el orden dentro de la sacristía, lugar donde se guardan estos objetos, y en muchos casos, también se encarga del mantenimiento general de la iglesia.
El sacristán trabaja en estrecha colaboración con el párroco o sacerdote a cargo, asistiéndole en las diversas funciones religiosas y asegurando que todo transcurra según lo previsto.
Su labor no solo es práctica sino también espiritual, contribuyendo al ambiente de recogimiento y devoción que caracteriza a los espacios dedicados al culto.
En algunas comunidades, el sacristán puede tener un papel más activo en la vida parroquial, colaborando en la organización de eventos religiosos y festividades.
Aunque tradicionalmente ha sido una ocupación masculina, en la actualidad, mujeres también desempeñan este rol en varias partes del mundo.
La figura del sacristán, con su dedicación y servicio, es un pilar esencial en la vida cotidiana de las iglesias, garantizando que estos lugares sagrados se mantengan como espacios de paz, oración y encuentro con lo divino.
Ejemplos de uso: "El sacristán se encargó de preparar el altar para la misa de la mañana".
"En la novela, el personaje del sacristán esconde secretos ancestrales entre los muros de la iglesia".
"Durante la visita guiada, nos explicaron que el sacristán también cuida de las vestimentas litúrgicas".
"La nueva sacristana ha organizado un sistema eficiente para mantener el orden en la sacristía".
"El sacristán colaboró con el sacerdote para coordinar la procesión del domingo".
"Cada Navidad, el sacristán decora la iglesia con un esmero que conmueve a toda la congregación".
"Antes de convertirse en sacerdote, él fue sacristán en su parroquia natal".
Segundo diccionario: sacristán
Origen de la palabra: (latín sacristanas, sacrista.)
m. El que en las iglesias ayuda al sacerdote en el servicio del altar y cuida de los ornamentos y de la limpieza y aseo de la iglesia y sacristía.
Antigua dignidad eclesiástica encargada de la custodia y guarda de los vasos, vestiduras y libros sagrados, y de la vigilancia de todos los dependientes de la sacristía. Aún se conserva hoy en algunas catedrales, y en las órdenes militares.