La palabra sacristana se refiere principalmente a una mujer que desempeña funciones relacionadas con el sacristán, quien es responsable de mantener el orden y los objetos litúrgicos en la iglesia.
Además, en un contexto religioso, puede designar a una religiosa que se encarga de cuidar y organizar las pertenencias de la sacristía en su convento, asegurando así el adecuado funcionamiento de las ceremonias religiosas.