La sagacidad es una habilidad que se distingue por la capacidad de entender con claridad y rapidez las situaciones, analizarlas a fondo y encontrar soluciones acertadas.
Quien es sagaz se destaca por su astucia, inteligencia y habilidad para comprender los entresijos de una situación, anticiparse a los acontecimientos y actuar de manera estratégica.
La sagacidad es una cualidad que se caracteriza por la capacidad de percibir con claridad y rapidez las situaciones, analizarlas de manera profunda y encontrar soluciones o respuestas acertadas.
Quien posee sagacidad se destaca por su astucia, inteligencia y habilidad para comprender los entresijos de una situación, anticiparse a los acontecimientos y actuar de manera estratégica.
La sagacidad implica un alto grado de perspicacia y agudeza mental, permitiendo a quien la posee discernir entre lo relevante y lo accesorio, identificar patrones o tendencias ocultas y tomar decisiones acertadas en base a un análisis detallado de la realidad.
Ejemplos de uso: "Su sagacidad para detectar las intenciones ocultas de los demás le ha permitido evitar situaciones complicadas".
"La sagacidad con la que analizó el problema le llevó a encontrar una solución innovadora y efectiva".
"Admiraba la sagacidad con la que su abuelo manejaba los negocios, siempre anticipándose a los cambios del mercado".
"La sagacidad de la detective le permitió descubrir la verdad detrás del misterioso caso en tiempo récord".
Origen etimológico de sagacidad: proviene de la palabra latina sagacitas