La saladilla es una planta que crece en los litorales de México, caracterizada por su adaptación a ambientes costeros.
Esta especie se destaca por su resistencia y su capacidad para prosperar en suelos salinos, lo que la convierte en un elemento importante del ecosistema costero.
Además, la saladilla puede tener usos en la medicina tradicional y en la alimentación, reflejando la riqueza de la flora mexicana.