El término sálico se refiere a lo que está relacionado con los salios o francos, un antiguo pueblo germánico.
Este adjetivo también se asocia con la ley sálica, un conjunto de normas que regulaban la sucesión al trono, excluyendo a las mujeres de heredar propiedades o títulos.
Así, "sálico" y "sálica" evocan tanto la historia de un pueblo como las implicaciones legales de su cultura.