La palabra salvavida tiene dos significados en el contexto hispanohablante.
En países como Cuba, El Salvador, Nicaragua y Uruguay, se refiere a la persona encargada de la seguridad en las playas, conocida también como bañero o guardavida.
Por otro lado, en Cuba, el término también describe la gordura acumulada en la panza.
Ambos usos reflejan la diversidad del lenguaje en diferentes regiones.