La sansa, también conocida en algunas regiones españolas como orujo de aceituna, es un subproducto que se obtiene durante el proceso de extracción del aceite de oliva.
Este residuo está compuesto principalmente por la piel, la pulpa y los huesos de la aceituna una vez que se ha extraído el aceite.
Su aspecto es similar al de una masa húmeda y granulada, variando su textura y humedad según el método de extracción empleado.
Históricamente, la sansa ha tenido múltiples aplicaciones, tanto en el ámbito agrícola como en la industria.
En agricultura, se ha utilizado como abono orgánico debido a su riqueza en nutrientes, mejorando la fertilidad del suelo. En la industria, tras un proceso de secado y tratamiento, la sansa se ha empleado como combustible biomasa para la producción de energía, aprovechando su alto poder calorífico.
♦ Esta acepción se emplea en: Aragón
Etimología u origen de la palabra sansa: proviene del latín samsa.