El término santificador o santificadora se refiere a aquello que tiene la capacidad de santificar, es decir, de hacer algo o a alguien sagrado o digno de veneración.
Este adjetivo puede aplicarse tanto a personas como a objetos o acciones que, por su naturaleza o propósito, contribuyen a elevar el espíritu y promover la pureza y la devoción.
En este sentido, se convierte en un elemento esencial en diversas tradiciones religiosas y espirituales.