La palabra sargentona se utiliza en un contexto familiar y despectivo para referirse a una mujer que se caracteriza por ser corpulenta, hombruna y tener una dura condición.
Este término refleja una percepción negativa, asociando la fortaleza física y la actitud decidida con rasgos que pueden ser considerados poco femeninos.
Así, la sargentona se convierte en un símbolo de estereotipos que limitan la diversidad de la mujer.