La palabra sebe tiene varias acepciones en el ámbito del español.
En su primera definición, se refiere a un cercado formado por estacas altas entrelazadas con ramas largas, utilizado para delimitar espacios.
En el contexto de Vizcaya, se entiende como matas de monte bajo, mientras que en Asturias, se utiliza para describir un seto vivo, que sirve como barrera natural.
Estas variaciones reflejan la riqueza del lenguaje regional.