El término secutor y su forma femenina secutora provienen del latín y se utilizaban para referirse a un ejecutor, es decir, a alguien que realiza o lleva a cabo una acción.
Aunque hoy en día estas palabras son consideradas anticuadas y están en desuso, su significado original resalta la idea de acción y cumplimiento de tareas.
Su uso actual es muy limitado, relegado a contextos históricos o literarios.