La expresión segunda intención se refiere a un modo de proceder que es solapado y doble, donde las acciones o palabras pueden tener un significado oculto o diferente al que se presenta de manera explícita.
Este concepto implica que, detrás de una aparente sinceridad, puede haber un interés o propósito oculto, lo que genera desconfianza en la comunicación.
Es importante considerar este término en contextos donde la intención real no es evidente.